Con sus cuatro iglesias antiguas y sus catorce ermitas, el pueblo de Amorebieta-Etxano se sitúa dentro de las localidades con más construcciones religiosas.
Esta iglesia del silgo XVI, podría datarse en el año 1525, según se puede leer en el libro Amorebieta Etxanoko Monumentu Ondarea (Patrimonio Monumental de Amorebieta Etxano) de José Ángel Barrio Loza. A pesar de que no quedan huellas, gracias a los documentos, sabemos que hay una interpretación de una iglesia datada en el siglo X.
Es un templo de estilo gótico-renacentista, con una sola nave y una bóveda. En la base tiene un coro de gran alzado y una cabecera recta. Sobre la base un pórtico cubierto que puede sentir el paisaje que tiene cara a cara y un pórtico de estilo barroco en la torre. En esta última torre se pueden ver dos huecos de estilo gótico.
La iglesia aparece como pobre en mobiliario en casi todos los escritos. En opinión de José Ángel Barrio Loza, este pobreza se superó gracias a la donación de Benita de Zelaieta; pintando la iglesia y los dos retablos laterales, entre otros. A pesar de que hace tiempo hubiera cinco retablos, ahora tan solo quedan visibles tres, el más importante, del siglo XVI, colocado en el presbiterio. Este fue creado bajo una arquitectura románica y pintado con oro en el siglo XVIII. Los dos laterales, en cambio, son de estilo rococó.
Segun los expertos en la materia, lo más significativo y espectacular que posee la iglesia es el mural situado en el retablo. Pintado por un italiano durante los años 1766 y 1767. Al parecer se trata de un espectacular modelo de la pintura barroca.
Bajo la dirección de la Diputación Foral de Bizkaia, Iñaki Madariaga escribe lo siguiente en un librillo del Patrimonio Histórico de Bizkaia:
La iglesia Andra Mari de Amorebieta se enmarca dentro de la época productiva renacentista del Señorío de Bizkaia. Teniendo en cuenta su estilo de construcción, se puede afirmar que estamos antes un templo construido en la segunda mitad del siglo XVI. Juan de Iturburu fue quien trazó el campanario en el 1774, y el académico Franzisko Maria de Agirre se encargó de diseñar el pórtico en el 1847.
Se trata de una iglesia de una sola nave compuesta por cinco partes. Cuenta con dos capillas de cabecera octogonal que causan una sensación de entrecruzamiento.
El templo tiene tres entradas. En la principal hay un arco de dos pisos, definido con espectaculares elementos manieristas. El pórtico está cubierto con un techado sujeto con pilares delanteras de orden toscana. Estas pilastras sujetan un friso plano y delimitan arcos de media punta.
El campanario también es digno de mencionar, ya que se encuentra dentro del conjunto de obras realizadas por los maestros Juan de Iturburu y Gabriel de Kapalastegi. También destaca el campanario, que se puede comparar con los templos de San Anton, en Bilbao, y San Seberino, en Balmaseda. El pórtico es un proyecto neoclásico y sus ritmos de composición lo unen con los arcos de Aduana o con la iglesia Andra Mari de Orduña.
En el interior se distingue un retablo rococó construido por los maestros montañeros y siguiendo el diseño y condiciones establecidas por los arquitectos guipuzcoanos Juan Bautista Jauregi y Francisco Ibero. Asimismo la sacristía cuenta con pinturas de ese estilo. El cajón también es de estilo rococó".
Según los testimonios del doctor José Ángel Barri Loza, los dueños de Larrea mandaron construir una ermita en el año 1618. En el 1650 se mejoró aquella pequeña construcción, y un año después los dueños de Larrea crearon dos campanarios. Fue ya en el 1695 cuando se constituyó la que hoy en día es la iglesia de Lekaidetxe de los Carmelos. Estos están allí desde 1712.
La construcción es un buen ejemplo de la construcción de Lekaidetxe del siglo XVII, de forma de cruz griega y de pilastra, arco y cornisa clasicista. A pesar de ser una construcción con gran importancia, antes de que los carmelos entraran, la fachada ya era del mismo estilo.
José Ángel Barri Loza escribió lo siguiente: "La iglesia de Larrea sigue el habitual patrón de las construcciones clasicistas y barrocas de lekaidetxe". De una sola nave, cabecera recta y de una ancha entrecruzada dividida en dos. Las bóvedas tienen una cupula en la parte superior, y en el interior de la construcción predomina la sencillez.
Por lo que al mobiliario respecta, parece que lo que hoy en día vemos no es ni la mitad de lo que fue. Entre los objetos ricos que existieron, hay que destacar las obras del siglo XVIII de los pintores Lucas Jordan y Vanquesi. Hoy en día podemos encontrar las siguientes pizas, de entre las que predominan los retablos. El retablo rococó de San José y el niño Jesús de Praga, el de Santa Teresa (mucho más complejo), los retablos que tienen dibujos de Ecce Homo y la Anunciación, y como no, el retablo principal, adornado con postes salomónicos, pintado en blanco y negro y que contiene el escudo de la casa Larrea.
La antigua iglesia San Miguel de Bernagoitia se quemó en el año 1925 y fue reconstruida en el 1928. Aprovechando los criterios clasicistas que tenía la iglesia original, el portal es de la época renacentista, construyendo una iglesia ecléctica en cuanto a estilos.
Según diversos expertos, se trata de una de las ermitas más interesantes del pueblo. Nos encontramos ante una ermita de planta rectangular, con una cubierta de madera a los dos costados y de una estructura simple.
Son de destacar su entrada y ventanas. Las dos ventanas son de estilo románico, una de ellas con gran abocinamiento hacia el exterior y la otra hacia dentro, similar a a una saetera que dispone deun alféizar decorado con tres bolas. Las entradas tienen diferente forma. La principal es un arco de medio punto compuesto por grandes dovelas. La otra,más interesante, con un arco del año 1500, más o menos, adornado con puntas de diamante. Además de eso, contiene una espadaña del año 1827, de un cuerpo y dos agujeros y de estilo neoclásico.
Por lo que respecta al mobiliario interior, hay que destacar la pieza San José con el Niño y otras cuantas del siglo XX.
Ermita del siglo XVI renovada en el año 1996.
Es una ermita de base rectangular y con un tejado construido a tres aguas. Con una pared acampanada de piedra labrada y con una entrada centrada en el pie de un arco dovelado de medio punto. En la pared del sur contiene un reseñable hueco de punta afilada de estilo renacentista. En el interior, tal y como cuenta Gurutzi Arregi Azpeitia en el libro Ermitas de Bizkaia, podemos encontrar una piedra labrada y adornada por flores de forma conopial con una moldura datada alrededor del año 1500.
Según las creencias cristianas, San Antolín es el santo protector de las sequías.
La ermita está compuesta por un tejado contruido a dos aguas y una planta rectangular de una sola nave. Podemos encontrar un suelo tapado por losas de piedra (en el interior), una puerta acabada con arcos afilados, paredes mampuestas levantadas por estrechas claraboyas y un pórtico hecho con tierras reguladas.
Santa Lucía ha sido considerara por la religión cristiana como patrona de la vista y las costureras.
Se trata de una ermita situada en entre una construcción contemporánea y la bolera de San Bartolomé.
Con una planta rectangular construida a tres aguas, una cruz de hierro y acampanada. Se puede contemplar una entrada con un arco de media punta, en el pórtico con un pilar labrado y sujeto con columnas de madera.
San Bartolomé ha sido considerado según la fé cristiana como el patrón de los curtidores de cuero.
A pesar de que hoy en día se encuentra totalmente caída, y gracias a los que nos describe Gurutzi Arregi Azpeitia en el libro Ermitas de Bizkaia, se trata de una ermita compuesta por una entrada adornada con un arco de medio punto, una cubierta a cuatro aguas, una cruz de piedra, pórtico y base rectangular de piedra labrada. También tuvo una sacristía mampuesta.
Según las creencias cristianas San Juan Bautista es considerado como patrón del agua.
Hoy en día esta ermita es conocida por las celebraciones que se realizan en ella de la víspera de San juan (23 de junio). Según las creencias, una noche ligada con la entrada del verano, las horas de sol, el maiz, la cosecha y las brujas. Al propio San Juan se le adjudica la responsabilidad de las buenas cosechas.
Aunque gran parte de esta ermita está compuesta por piedra labrada, tres de sus costados son de mampuesto. Está tapada y protegida por un pórtico y una cubierta a tres aguas.
En las paredes todavía se mantienen huellas de lápidas redondas del siglo VII.
Al igual que la ermita San Juan Bautista de Ofrendo, esta también la podemos relacionar con los ritos y costumbre de la noche de la víspera de San Juan.
Se trata de una ermita sitúada en la parte posterior del monte Gainzorrotz. Una ermita con una cubierta a dos aguas y una planta rectangular mampuesta y de piedra labrada. Tiene una entrada adornada con un arco de medio punto y reforzada por una valla de hierro.
El santo adorado en esta ermita, San Lorenzo, fue quemado en una parrilla según las creencias cristianas, y tras convertirse en santo se le relacionó directamente con los rituales de fuego.
Esta ermita sitúada en el barrio Dudagoitia es una hacienda sumergida en un bosque, de planta rectangular y construida con estructuras de madera.
Según las explicaciones de Gurutzi Arregi Azpeitia en el libro Ermitas de Bizkaia los zornotzarras siempre vieron a San Martín como el patrón que mostraba caridad ante los pobres y como proveedor de las carpinterías, herrerías, molinos y trabajadores de cueros.
Según diversos documentos estamos ante una ermita sitúada cerca de la ferrería del barrio y construida en el año 1957 gracias a las donaciones de los vecinos.
Ermita con una cubierta de tejas y con un campanario encaminado en dos aguas. En sus inicios, el pórtico que hoy en día se encuentra cerrado, cumplía con las funciones de un frontón.
Ermita de origen renacentista, rodeada de amplio pórtico y, aún, conserva la casa de la serora o ermitaña. Son especialmente destacables el ancho de las paredes del pórtico y sus fuertes paredes.
Según las creencias cristianas San Pedro es considerado como juez entre el bien y el mal.
Esta ermita situada en el barrio Saratsu se puede equiparar con las demás existentes en Zornotza. Sus características principales son un tejado de pidera de dos vertientes, la utilización del mampuesto, un pórtico raso y la simpleza interior.
Según cuenta Gurutzi Arregi en el monográfico sobre Zornotza, esta ermita fue en su época la ermita de Santiago. Un indicador de ello es una concha símbolo de los peregrinos tallada en el escudo de la ermita.
De planta rectangular, con sacristía adosada a la cabecera por el lado izquierdo, como en Dudea, con pórtico al lado de la carretera sobre pies derechos, todo cubierto a tejavana. El edificio cuenta con dos accesos, el principal con arco de medio punto, al pórtico, y el secundario, que es el verdaderamente original, apuntado, de dovelas, con clave ocupada por un desgastado escudo cuartelado.Las imágenes Por lo que al mobiliario artístico respecta, está provista de imágenes de los santos Antonio y Andra Mari.
Ermita de una sola nave, de planta rectangular y con un tejado construido a tres aguas.
Su entrada está construida con un arco de dovelas. En alguna de sus paredes aparecen piedras de manpostería, alguna que otra de piedra labrada y la mayor parte están construidas con cantos de río.
Ermita de una sola nave, con planta rectangular y tejado construido a dos aguas. Hecha de piedra arenisca por un buen cantero que cuidó todos los detalles.
Al igual que esta de Austoa, todas las ermita de Santa Cruz están hechas con cruces como elemento principal.
Ermita situada en el monte Belatxikita, en la cordillera Aramot, y construida en el año 1949.
Ermita hecha de mampuesto y con una argamasa de cemento, además de tener las piedras adornadas de blanco. Tiene unas dimensiones muy pequeñas (menos de 18 metros cuadrados) y se enmarca dentro de las cabañas de monte y refugios de montañeros.
Con un origen tardío, es decir, a partir del siglo XVIII, la ermita de San Ignacio fue nombrada patrona del Señorío de Bizkaia. De ahí la decisíón de adorar al santo y la construcción de la ermita.
