El escritor Jon Mikel Euba presenta su última obra `Vulnerario´: una herramienta para lidiar con la realidad

El escritor Jon Mikel Euba (Amorebieta-Etxano, 1967) ha presentado hoy viernes, 3 de diciembre, su libro ‘Vulnerario’ en el Auditorio Zelaieta de Amorebieta-Etxano. Euba es probablemente el artista internacional más famoso de la localidad, y el acto de presentación de su libro ha atraído la atención las vecinas y los vecinos zornotzarras.

Este último trabajo ha sido concebido como un remedio para el artista y se ha convertido en un manual agradable para todos los públicos, que, a modo de remedio, se propone como herramienta para lidiar con la realidad. ‘Vulnerario’ recoge notas, notas autobiográficas, entrevistas y casos, lecturas y referencias a la escritura (Ferlosio, Rousseau, Tsvietáieva, Barthes, Natalia Ginzburg, Foucault, Oteiza, Hitchcock, Godard, Murnau y Pasolini, entre otros). Como en su práctica artística, Euba atribuye al lector un papel activo y le presenta escenas aparentemente irrelevantes que convierten el día a día en un elemento de suspense y, sobre todo, de análisis.

Un artista de renombre internacional
Repasando su carrera profesional, observamos que Euba se ha embarcado en proyectos que combinan lo performativo con lo didáctico. Su obra ha tenido una amplia exposición y forma parte de colecciones e instituciones artísticas nacionales e internacionales. En 2010 creó, junto a otros artistas, el proyecto pedagógico experimental Lehen Proforma en el MUSAC, y en 2015, en la escuela Kalostra de Donostia. Entre 2014 y 2017 dirigió el Máster en Action Unites, Words Divide (On praxis, an unstated theory) en el Dutch Art Institute. Las sesiones de este máster se recogen en el libro Writing Out Loud.

Fragmento del libro `Vulnerario´
Este es un pequeño fragmento del libro ‘Vulnerario’: «De niño me contaron el sistema que se utilizaba para abrir vías transitables en la montaña: cargar un burro con mucho peso y soltarlo en dirección a la cumbre. El burro, un animal que economiza magistralmente la energía, subía siempre en zigzag, describiendo caminos lo más horizontales posibles. La pista trazada era el resultado de una ecuación que incluía un obstáculo (la ladera), un objetivo (salvar la pendiente), un instrumento (el burro), una recompensa (una zanahoria) y un elemento extra (la carga). En el proceso artístico, de una manera similar, para generar una forma, el artista solo cuenta con la intuición que le aconseja sobrecargar al máximo una estructura con gran cantidad de materiales (reales, ideales y vitales). Lo específico de esta acción es que (1) el propio artista asume todos los papeles, es burro, ladera, carga, pista y zanahoria, y que (2) ninguna forma -en sí misma- asegura lograr un sentido. Vulnerario podría verse como la representación del itinerario para conseguir dicho sentido».